Querido diario:
Hoy te estoy escribiendo desde el que será, a partir de ahora, mi nuevo destino, Palma de Mallorca. Firmé la plaza fija en octubre de 2021. Teníamos para firmar del 1 al 31 y yo escogí el día 19, un buen día para que me diera tiempo de hacer la jugada de poder presentarme a la OPE de Comunidad Valenciana.
Ese mismo día firmé la plaza fija y también la excedencia por servicios especiales, mientras acababa la residencia. Ahora, ya he terminado la residencia de enfermería pediátrica en Alcázar de San Juan. Un camino largo, pero que ha tenido muchos frutos y del que estoy muy orgullosa.
Si tuviera que repetir la residencia, volvería a coger a Alcázar, pero, por favor, si no la tengo que repetir mucho mejor. Me voy de Alcázar con muy buen sabor de boca y una nota insuperable. Me han puesto de global de los dos cursos un positivo destacado, que es lo máximo que se puede sacar.
La emoción de conseguir tu plaza
Si te digo la verdad, me puse a llorar de la emoción cuando vi la nota, después de todo lo que he pasado con el EIR. Esa recompensa me ha dejado atónita. El día 4 de febrero de 2022 acabé mi etapa como residente de enfermería pediátrica. Me tomé unos días para las mudanzas Alcázar-Albacete-Mallorca y el día 14 de febrero decidí incorporarme a mi plaza de enfermera en Son Espases. Un día para no olvidar y que me recordará siempre que soy una enamorada de mi trabajo.
Mi destino final, tras varias llamadas a personal, recursos humanos, dirección de
enfermería y conseguir, gracias a una compañera de UCIP, el contacto de varias
supervisoras, ha sido una de las plantas de pediatría de este hospital.
La verdad es que no podría estar más contenta porque se está teniendo en cuenta mi
especialidad. No tendré que moverme a adultos y me siento muy valorada aquí. Falta mucho para que mejore el desarrollo de las especialidades y para que tengan el reconocimiento que se merecen, pero estoy segura de que vamos por muy buen camino.
Tengo un turno rotatorio normal con sus mañanas, tardes y noches y estoy muy contenta con él. Me da para ir organizándome y para poder librar de vez en cuando para ir a casa a ver a los míos. La planta es increíble. Siempre me han gustado mucho las plantas, porque considero que haces mucha relación con los pacientes y las familias, porque suelen estar despiertos. Me he adaptado muy bien y espero estar aquí mucho tiempo.
Con la vivienda he tenido mucha suerte. Gracias a un grupo de whasapp, conocí a
un chico llamado Sergio, que no ha tenido problema en alquilarnos una habitación
a mí y a Lía y estamos súper contentas en esta casa. Además también vivimos con
otra chica, Ainara, que también está siendo súper maja con nosotras.
Estoy segura de que este nuevo destino tiene muchas cosas buenas guardadas para mí
y estoy deseando ir conociéndolas poco a poco. Sobre el precio, pagamos unos 350 € al mes, incluyendo agua y wifi. La luz, el gas y otras cosillas van a parte, pero nos parece que está muy bien para lo caras que están las cosas aquí.
Por lo demás, hecho de menos mi hogar, mi gente, mis amigos, mi familia… Pero
tengo que aprender a estar sin ellos y sé que, aunque no los tenga a mi lado súper
cerca, siempre están conmigo.
Hoy día está el whatsapp y mil cosas más para mantener el contacto y cada X tiempo cojo el avión o el ferry y me dejo caer por casa. Y, si no, que vengan ellos aquí, que hay muchísimas cosas para ver y hacer.
Retomo la docencia
Tengo otra cosa que contarte. He retomado las clases de corrección de simulacros
en On-Enfermería. Lo hice nada más ver que podía hacerlo, cuando me incorporé a
la planta y me ha encantado. Me llena de energía y me viene súper bien
para ayudar a los demás. Me encanta ver el feedback que tengo con los alumnos
y ver que mis trucos les ayudan a mejorar su posición cuando hacen exámenes.
¡Qué grande ma hace sentir la docencia!
Bueno diario, vamos a tener que ir despidiéndonos. Te empecé a escribir diciendo
que no sabía si esta situación algún día sería posible y termino demostrándote
que si se quiere y se trabaja se puede hacer.
No sé si algún día volveré a escribirte con otras metas, si me propondré otras cosas o te escribiré simplemente por contarte cómo va mi día a día. Pero quiero concluirte hoy muy feliz, porque he logrado el objetivo de tener plaza de enfermera fija.
Lo he conseguido haciendo el examen con 24 años e incorporándome a la plaza con 27 años y me parece algo increíble. Gracias por estar a mi lado en todo este trayecto, ha sido un placer compartir tantas cosas contigo y que me veas llegar donde he llegado.
Un abrazo enorme, nos escribiremos, estoy segura, Ángeles.
