Diario de una enfermera opositora: examen macro OPE y mi residencia EIR

MESES DE MUCHÍSIMAS EMOCIONES Y NOVEDADES. UN EXAMEN COMPLICADO Y MIS PRIMEROS PASOS DE RESIDENCIA EIR EN PEDIATRÍA. ¡A POR ELLO!

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Por Ángeles García.

📓 Querido diario:

Qué bueno volver a escribirte tras estos meses llenos de emociones que he vivido. Meses de muchas decisiones, como la de tener que dejar las clases en la academia para hacer la residencia EIR de enfermería pediátrica y de buenas rachas como el examen de macroope. Meses de cambios pero, en general, meses de grandes noticias.

El día del examen macro OPE

Empezaré por macroope, la última vez que te escribí era el día anterior al examen y seguro que tienes ganas de saber cómo se me ha dado. Pues bien, ese día me levanté temprano, desayuné en casa y fui con mi coche al lugar del examen. Fui sola, con mi música, como casi siempre, y al llegar allí me encontré con un par de conocidas de la universidad. Estuve hablando un poco con ellas y luego busqué el aula que me tocaba.

Me sentía muy cómoda y con ganas de ver el examen, tenía ganas de que pasase y de hacerlo de una vez. Vi también a una compañera de la planta y le di algunos consejos, porque me pareció que estaba un poco nerviosa y me daba cosa que estuviera así. Como siempre te digo, creo que la actitud el día del examen es algo súper importante para sacar bien el examen. Parte de esa actitud es estar en calma y no estar nervioso o asustado por lo que viene.

Escuchando música antes del examen

Empezaron a llamar y me quité la música (como me gusta mi playlist de Spotify de “Enfermera con el corazón. ¡Carga tus pilas pre-examen!”, me da siempre mucha pena apagarla, pero era necesario). Me senté en mi sitio y saqué mis bolis para hacer el examen. Seguí la misma rutina de siempre con mis cuatro subrayadores (amarillo para marcar lo importante del enunciado de la pregunta, verde para las preguntas que me sé seguro, rosa para las que dudo entre dos o dejo para más tarde y azul para las NPI). Me llevé una botella de agua por si me daba sed durante el examen y de comer no lleve nada, porque no lo vi necesario por el tiempo de duración.

Me pareció un examen complicado, porque tenía enunciados muy largos (tipo EIR, con 28 folios) con las opciones de respuesta muy similares y con preguntas complicadas, pero salí muy contenta, realmente fue un examen que me gustó mucho. Incluso algunas preguntas las encaré en el modo profe buscándoles el truco. Hubo varias que las había visto en el simulacro de macroope gratuito que hicimos con On-enfermería a primeros de mayo y me vino genial acordarme de los trucos que vi en esa clase para sacar las preguntas. Respecto al tiempo que tardé, hice la primera vuelta en una hora y cuarenta minutos y me deje doce sin costestar, dos NPI y diez rosas. En la segunda vuelta tarde veinte minutos y me deje siete sin contestar (las dos NPI y cinco rosas). En total, tardé dos horas.

Al salir vi caras de todo tipo. Varias que no estaban de acuerdo en cómo había sido el examen, otras que estaban felices y otras que pasaban del tema. Personalmente, salí con muy buen sabor de boca. Me fui a celebrarlo con un amigo y lo pasamos muy bien, sentía que me había quitado una gran carga de encima y que solo me apetecía celebrar, independientemente de cuál fuera el resultado después.

El resultado

El tiempo ha pasado. El día 21 de mayo nos subieron las respuestas del examen, corregí mi examen y preparé algunas preguntas para impugnar (5). El día 28 de junio de 2019 subieron las notas provisionales y tenía un 45/60, un 7,5 sobre 10. Me puse muy contenta, porque había sido un examen muy complicado y las notas que había no eran muy altas tampoco. De hecho, había muchos suspensos y eso hizo que me viniera muy arriba.

El día 25 de octubre de 2019 salieron las notas definitivas y yo mantenía mi nota. He contado los suspensos y hemos aprobado unas 1.500 personas. Esto es algo que me viene muy bien. Hace que casi la mitad de los que hicimos el examen ya no vayan al concurso. Te voy a recordar las ratios para que entiendas por qué estoy tan ilusionada. Cuando me apunté al examen había 1.000 plazas para 4.000 admitidos (1/4).

Al examen nos hemos presentado 3.000 personas (1/3) y ahora hay que quitar a los que han suspendido el examen, porque el corte era aprobar. Quitando a los suspensos quedamos unas 1.500 personas, por lo que la ratio queda en una plaza por cada persona y media. Algo increíble que no había visto hasta ahora en ninguna OPE. Prácticamente todos los que hemos aprobado cogeremos plaza.

Estoy muy ilusionada y tengo la sensación de que lo voy a conseguir. También tengo sentimientos encontrados y no quiero acabar de creérmelo, porque queda el concurso y hasta ahora ahí es donde he caído en todas las opes a las que he ido.

Es una sensación súper extraña, pero que me da mucha felicidad. Creo que lo voy a sacar no sé por qué, creo que me lo he currado mucho y que sería el broche final perfecto a todo lo que he trabajado durante estos meses. No sé cuándo te lo podré confirmar pero, créeme, que estoy en vilo hasta que lo sepa.

Residencia EIR

Cambiando de tema, en lo referente al trabajo estuve trabajando en la planta de Cardio y Vascular en Son Espases, hasta que me tuve que incorporar para empezar la residencia EIR pediátrica en Alcázar de San Juan.

Encontrar piso ahí fue divertido, porque tuve que hacer una entrevista con mi actual casero a través de videollamada, porque yo no iba a ir a la península hasta que me incorporase. Pero se dio todo muy bien y encontré una casa estupenda en Alcázar.

La parte negativa de la residencia es que hay una cláusula en el contrato de residente que dice que no puedes trabajar en nada que no sea la residencia EIR y eso me ha obligado a dejar las clases en la academia. Es algo que me ha entristecido bastante, porque disfrutaba mucho con ellas y me encanta enseñar. Pero lo he valorado y creo que es mejor dejarlo por un tiempo.

Lo retomaré encantada cuando acabe la residencia, si en la academia quieren seguir contando conmigo. Con el blog sí puedo seguir porque no es algo económico y, la verdad, es que lo agradezco porque me gusta mucho ayudar a otros compañeros con él, me es realmente gratificante.

Además estos últimos meses he estado pensando darle una vuelta y orientarlo más hacia la pediatría, ya te iré contando si finalmente lo hago o no. Por último, te tengo que hablar de mi incorporación al EIR y mis primeros meses como residente de enfermería pediátrica.

Ser residente EIR es estar en constante formación y crecimiento. Tengo un rol desde el que siento que puedo preguntar cualquier duda que tenga y me la explican sin problemas. En estos primeros meses he rotado por urgencias, consultas externas, atención primaria, neonatos y la planta de pediatría y han sido unos meses súper intensos.

Estoy aprendiendo mucho y viendo muchas formas de trabajar diferentes, cosa que creo que me vendrá genial para mi futuro. De estos servicios, el que más me ha llamado la atención hasta ahora son las urgencias pediátricas. Me gusta mucho estar en el pie de la acción y dedicar mi atención a los problemas inmediatamente. Ahí tengo que hacer todas mis guardias como R1, así que estoy segura de que aprenderé mucho de este servicio.

Además también investigamos mucho durante la residencia. Tengo que hacer un proyecto de investigación o investigación sobre algo y todavía no he pensado el qué. Hemos ido a un congreso presencial y me ha encantado asistir y ver las ponencias de los distintos profesionales. Espero poder hacer yo una ponencia así pronto (que no lo dudo porque también nos forman para ello durante la residencia).

Por lo demás, estoy contenta con cómo estoy ahora, he hecho muchos amigos nuevos en Alcázar y, aunque hecho de menos a mi familia y a mis amigos, me parece una ciudad muy cómoda y acogedora. Seguiré pendiente de la ansiada plaza y te contaré que tal me va en cuanto pueda. Me siento tan feliz de ver que el sueño cada vez está más cerca de hacerse realidad y que, lo que un día casi vi como imposible, ahora es casi real.

Nos escribimos pronto, un abrazo, Ángeles.