Ser malo o mala haciendo exámenes no es una característica personal fija, lo que falla es la metodología para prepararte a hacer este tipo de exámenes. Como cualquier habilidad, se puede aprender y mejorar. La clave aquí es el entrenamiento. Así que profundicemos entonces en cómo entrenar. ¿Cuál es el mejor entrenamiento? Nuestra experiencia nos dice que practicar haciendo exámenes todos los días, desde el principio. Por eso te proponemos que adoptes nuestra metodología.

Un error común, y subrayamos la palabra «error», es hacer exclusivamente exámenes específicos de la materia que estás estudiando en ese momento, mientras estás en medio del estudio de esa materia. ¿Haces esto? Es normal. Muchas opositoras lo hacen. ¿Y cómo te sientes? Te lo decimos nosotras: muy bien. Muy bien porque eres capaz de dar todas, o muchas, respuestas correctas. Esto es bueno porque aumenta nuestra autoestima y parece un progreso rápido. Pero, no es progreso real. No lo es porque no es el momento adecuado para evaluar si hemos comprendido realmente el material. Ese momento llega aproximadamente 10 días después. Hacer exámenes específicos sobre un tema 10 días después de estudiarlo, cuando la curva de la memoria ha comenzado a descender, te ayudará a evaluar genuinamente nuestra comprensión.

Entonces, nosotras te proponemos que hagas exámenes todos los días. Y desde el principio de tu preparación. ¿Tendrás errores? Sí, pero poco a poco irás mejorando, podrás medir tu progreso real y así alcanzarás el nivel donde quieres estar.

Cada error, dilo con nosotras, NO ES UN FRACASO; ES UNA OPORTUNIDAD PARA APRENDER.